Empecé hace casi un año un taller de sanación sin buscarlo. Me encontré embarcándome en este universo nuevo para mí con personas de distintas culturas, sanando paso a paso. En estos momentos estoy leyendo para sanar a mi familia. Lo que sí me quedó claro es que honro y respeto a mis padres, hermanas, tíos, primos, hijos, pareja, abuelos, antepasados, personas relacionadas conmigo, personas adoptadas, niños no nacidos, etc. Les doy el lugar que merecen y les envío mucha luz, al igual que recibo toda su energía y sabiduría. Gracias, gracias, gracias…
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A mis ancestros
“Cuando se reconoce y se honra a los excluidos, éstos recuperan su derecho de hospitalidad y, en vez de atemorizarnos, nos aportan paz. Y nosotros, concediéndoles el lugar que les corresponde en nuestra alma, estamos en paz con ellos”. Bert Hellinger